No se habla de otra cosa. La «revolución de datos» ocupa cada vez más lugar en la prensa y en la opinión pública. Miles y miles de datos de todo tipo que contiene gran capacidad de información, acumulados en la nube y cruzados entre sí, se estudian para sacar conclusiones sobre comportamientos sociales, tendencias, posibles campos de mercado, etc.
Esta revolución, según los expertos y analistas, abre oportunidades de desarrollo y evolución de forma que de cara a unos años concebiremos la vida, las profesiones y la tecnología de una forma completamente diferente.
Estas visiones «futuristas», van encaminadas siempre a mejorar la calidad de vida de la sociedad actual, con desarrollos y evoluciones como:
1. Detectar y definir problemas sociales y temas de opinión pública
2. Preveer con más eficacia posibles seismos y otros fenómenos naturales
3. Comprender tendencias económicas
4. Mejorar los servicios públicos
Y así un largo etcétera, con objetivos siempre destinados a velar por el bienestar humano y ecológico.
Big Data es un concepto que últimamente gana terreno en el ámbito empresarial, con bastante lógica: gracias a estas nuevas tecnologías, seremos capaces de captar tendencias de mercado, analizar espacios y público objetivo para el lanzamiento de un nuevo producto, saber con anterioridad qué proyectos tienen futuro y qué acciones lleva a cabo la competencia, etc… Si todo esto es posible, dentro de poco tiempo todas las empresas necesitaran disponer de tecnologías de análisis de datos de fuentes abiertas para no quedarse atrás.
Por eso, las áreas de Consultoría de Negocio, los emprendedores, grandes, pequeñas y medianas empresas demandan esta formación para su personal. Cada vez se necesitan más profesionales especializados en este sector que puedan aportar estos conocimientos y competencias.