Es imposible reflexionar hoy sobre las metodologías educativas y las estrategias de aprendizaje en la escuela sin tener en cuenta el acoso escolar o bullying.
Lamentablemente la extensión del uso de las redes sociales ha tenido en el último tiempo algunas consecuencias negativas, como el uso de estos canales para extender la práctica del bullying escolar entre los alumnos. Esto ha implicado que tanto el profesorado como la comunidad educativa en general se formen urgentemente en las herramientas adecuadas que tengan por objetivo erradicar esta conducta, que hace estragos incluso en edades tempranas.
Atendiendo a esta preocupante realidad, el Área de Postgrado y Consultoría de la Universidad Francisco de Vitoria celebró el pasado martes 27 de junio el taller “Acabemos con el bullying: mediación educativa y protocolo de prevención”, en colaboración con la entidad experta en la prevención y control del bullying escolar, Lookschool.
En el taller, que contó con la presencia de educadores, psiquiatras, profesionales provenientes de la psicología y de las humanidades en general, padres organizados en AMPAS, alumnos de magisterio y mediadores familiares, se trabajaron los conceptos básicos del bullying escolar, así como sus síntomas psicopatológicos y estrategias de resolución para familias, docentes y alumnos.
Profesionales especializados de Lookschool aclararon en su formación, distinciones entre Bullying escolar y Ciberbullying, tipos de acoso, las fases del acoso y los síntomas psicopatológicos asociados al bullying escolar, fundamentales para detectar a tiempo los efectos de esta práctica en el acosado.
¿Qué es el bullying escolar?
La consultora formadora, licenciada en Económicas y socia fundadora de Lookschool, Patricia Cáceres, explicó que el acoso escolar o bullying, es la intimidación y maltrato entre escolares de forma repetida y mantenida en el tiempo, con la intención de humillar y someter abusivamente a una persona indefensa por parte de una persona o de un grupo. “Bullying es la traducción de acoso en inglés, pero hay que entender que el acoso ha existido siempre en los colegios, lo que sucede ahora es que hay menos tolerancia hacia estas manifestaciones de violencia”.
La experta, acompañada del psicólogo Ramón Oria de Rueda, con quien ha desarrollado el modelo de certificación “No Bullying pro”, explicó que su interés por formar a personas en la lucha contra el acoso en los colegios, surgió de su primer libro “Acabemos con el bullying” (Ediciones Eride), y sigue siendo, dijo, “la expresión que une a todos los agentes participantes de la vida escolar (familias, alumnos y docentes), para implicarnos y actuar sobre las situaciones de conflicto en las aulas”.
Familia y formación para prevenir
Parece obvio pero en muchos casos, el mayor factor preventivo contra el bullying escolar es la familia, creando entre todos sus miembros una base sólida de comunicación y también de relación conjunta con los colegios.
Así lo reafirma Patricia Cáceres “Creemos que la mejor manera para prevenir e intervenir contra el acoso es la implicación conjunta de padres, alumnos y profesores. Y sobre todo, poner al alumno en el centro del proyecto. Sobre estas dos premisas y sobre la idea de que la escuela actual está obligada a aceptar una «cultura del conflicto» que prepare a los alumnos para el mundo de incertidumbres al que se van a enfrentar”.
El siguiente factor es una formación idónea de los docentes, algo que según la experta, no siempre sucede, por eso la importancia de estas formaciones. “Muchos maestros tienen unas habilidades que han adquirido con la experiencia, el trabajo diario con los alumnos y sobre todo el sentido común, pero sí es cierto que no han tenido una formación específica en bullying y ciberbullying“.
De esta manera, con el trabajo conjunto de los tres agentes implicados en el mundo educativo: familias (a través de las escuelas de padres), alumnos (sensibilización en aulas) y docentes (a través de la formación específica), se podrá trabajar efectivamente en la lucha contra el bullying escolar y lograr que el acoso en las aulas sólo sea un mal recuerdo del pasado.