Curso de Experto en Mediación

El próximo lunes 24 de octubre tendrá lugar el inicio de clases del Curso de Experto en Mediación.
Podéis disfrutar de la reflexión de Ana Dompablo, alumna de Mediación de la edición 2015-2016, al finalizar su curso académico:

MIS SENTIMIENTOS Y EMOCIONES DURANTE LAS SESIONES DE MEDIACIÓN: UNA APROXIMACIÓN DESDE EL YO

«Han sido muchas las sensaciones, sentimientos, emociones, e incluso reacciones, que he vivido a lo largo de las sesiones de mediación. Ignoraba lo maravilloso que es ver como ser canalizador de la comunicación, llega a obrar milagros, y como el diálogo y la comunicación, son herramientas y necesidades inherentes al ser humano, sin las cuales, lo que simplemente pudiera ser una sensación rara o de frustración frente a la ausencia de una palabra de ánimo en un momento en el que una persona considera debe ser “recogida” por el otro, se puede llegar a convertir en arma arrojadiza contra aquel, al que ayer amabas.
            He aprendido que la mediación es una profesión para valientes, que son capaces de unir en un espacio físico, toda una batería de sentimientos encontrados, articulando y matizando cada gesto, cada mirada, cada sensación, cada percepción…Artistas de la paz y del perdón, que siempre han existido en la historia de la humanidad, y que en nuestros días, en un mundo de conflictos, surgen como estandartes de los valores tan olvidados y tan necesarios, en una sociedad de bien.
            SENSACIONES:
            La primera sensación que me sonrojó, fue la sensación de estar dentro de la intimidad más absoluta de las personas que allí trataban sus conflictos. Casi me producía PUDOR, esa apertura total a sus entrañas vitales. En su búsqueda de la solución y del acuerdo, me brindaban todos sus detalles más profundos de sus vidas.
Tuve la percepción de absoluta confianza en nosotras. Esto me generaba otra sensación enorme y que crecía: AGRADECIMIENTO.
            Otras veces, sobre todo en los momentos de escalada del conflicto, me veía atrapada en otra sensación: ATURDIMIENTO. Casi podía tocar la ira, la frustración, el dolor, el sufrimiento…y esto era tan potente, que me aturdía. Cuando las emociones de las personas que luchaban por sus vidas, por sus anhelos, por sus errores, por sus hijos, por su futuro, entraban en la etapa de bálsamo, de eclosión, de necesidades manifestadas sin tapujos, de sosiego…me inundaba una sensación de calma, de paz, de serenidad, de esfuerzo cumplido, de humanidad. Me sentía totalmente embargada de EMPATÍA hacia ellos.
SENTIMIENTOS:
            Por una parte, comencé con una gran ILUSIÓN y CURIOSIDAD, casi en la misma medida. Pasar de supuestos ROLPLAY a situaciones y conflictos reales, era un gran reto. Y allí tenía, la  realidad en estado puro. Luego, poco a poco, pude comprobar que la realidad, casi siempre supera a la ficción.
Sobre todo, porque los protagonistas eran personas reales, con problemas reales y sobre todo, con realidades muy duras.
No podía dejar de extrapolar sus vivencias con las mías, y me reflejaba sus experiencias con las propias. Esto me condujo a sentir, AGRADECIMIENTO, pues sabía, que a medida que nos adentrábamos en la complejidad de sus problemas, me sentía una privilegiada de la vida.
            REACCIONES:
He pasado de las sensaciones a los sentimientos, y de los sentimientos a las reacciones. ¿Qué reacciones te pueden producir estas sesiones? Esto se lo preguntarán escépticos y detractores de la Mediación. La respuesta, basada íntegramente, en mi experiencia personal, es, infinitas reacciones.
            La primera reacción que me causó fue la REFLEXIÓN.
            La naturaleza humana es tan compleja pero al mismo tiempo tan fascinante, que analizar las parejas que he conocido, y las realidades que ostentan, me han llevado a la reflexión sobre el amor, el desengaño, la frustración, el desamor, la traición, y cómo cada persona, es artífice de sus propias emociones, que muchas veces, van a condicionar y modelar hasta su propia existencia. La segunda reacción ha sido la PRUDENCIA. Las palabras tienen una fuerza arrolladora, tanto para bien como para mal. Con la prudencia aplicada en el día a día, mido más, valoro más, y evito reacciones negativas, con palabras adecuadas.
            La tercera  reacción ha sido la ILUSIÓN Y ALEGRÍA. Por saber que puedo aunar mi desarrollo profesional como mediadora con mi creencia y apoyo de la cultura de Paz .Agradecer a mi tutora por inundarme con su bondad, maestría, y sobre todo, de su amor por las personas, para ser una aprendiz de esta cultura de la conciliación y del perdón, que será nuestro granito de arena, en este nuevo mundo que es posible crear.»

¡Buen inicio de curso a todos!shutterstock_157723973